La industria chilena del vino se ha modificado substancialmente en las últimas décadas, predominando la plantación de los denominados "cultivares finos" sobre los tradicionales, como la cepa País. Por otra parte, la globalización de los mercados ha resaltado la necesidad de certificar la identidad genética y pureza de los cultivares, que hasta hace poco tiempo se realizó exclusivamente mediante ampelografía. El análisis directo del ADN ha permitido el desarrollo de nuevas y poderosas herramientas analíticas, como las secuencias de mini- y microsatélites, actualmente usadas como marcadores moleculares para diferentes fines. En este trabajo se presenta la caracterización genética de los cultivares de vides de vinificación más comúnmente usados en Chile. Para... |